Durante años se viene hablando sobre el nazismo en su peor versión, este nazismo que participó durante la segunda guerra mundial teniendo como personaje principal a Estephan Banderas y su grupo de seguidores apoyando a los nazis alemanes y que luego, cuando la guerra estaba siendo perdida por Adolf Hitler se unió a las acciones del ejército rojo, pero el nazismo seguía vivo en lo más profundo de sus emociones, oculto, agazapado, esperando el momento más idóneo para volverse a revelar con fuerza, y ese momento fue el euromaidan en 2014 en el golpe de estado en Ucrania, finalmente ese dragón de 7 cabezas encontró la energía para salir de su letargo y darle rienda suelta a su poder destructivo durante 8 años en la región del Donbas con total libertad y estimulado por poderes políticos occidentales interesados en implantar a costa de la vida de gente inocente su influencia e intereses políticos y bélicos, y con ello intentar controlar y debilitar a quien ha sido la piedra en el zapato de un occidente dominado por USA, y es nada más y nada menos la Federación de Rusia.
Paradójicamente, la “superpotencia” que acusa a Rusia de imperialismo, expansionismo, terrorismo, abuso y violación de los derechos y estatutos internacionales, es la nación que desde 1950 se ha comportado de manera agresiva por todo el mundo, causando la muerte de al menos 6 millones de personas y devastando países por completo, de ello pueden dar fe Irak, Libia, Afganistán, entre otros, sin contar por supuesto las dos bombas atómicas lanzadas contra el pueblo japonés, todos estos actos de verdadero terrorismo internacional jamás han sido castigados por la comunidad internacional, todos han hecho mutis absoluto ante los hechos asesinos y caprichosos de las administraciones norteamericanas en su afán de dominar el mundo por completo.
Pero la ceguera occidental cada vez empieza a recuperar la visión cada vez con mayor fuerza, pues día a día se despierta más y más el interés de miles de personas por el mundo de conocer más allá de lo que muestran los medios de “comunicación” asalariados por el dinero occidental y que muestran el lado más sesgado de la información, queriendo que la gente vea solo aquello que ellos desean mostrar y hacerlo pasar como verdad, ante ello emergen diariamente periodistas, manifestantes, influenciadores, grupos y canales de información en diferentes redes sociales que muestran la otra verdad, la que no se cuenta, la que descaradamente no se quiere mostrar al mundo entero, la que se disfraza o tacha de propaganda, pero curiosamente las noticias occidentales siempre serán todo menos propaganda, siendo la más propagandista y desestabilizadora a lo largo de la historia de la comunicación moderna.
Para muchos material como el anterior será propaganda, pero jamás será propaganda las supuestas masacres realizadas por el ejercito ruso en Buchá y otros territorios y que jamás hubo las pruebas que dijeron que tenían y por eso han dejado de hacerse eco, pero ¡jamás! ¡jamás! se pueden considerar propaganda para los rendidos a los pies de la devastadora política norteamericana y acciones de la OTAN que viene siendo lo mismo, y seguir doblegándose aún a costa de su propia prosperidad ante el agónico dominio norteamericano.